Cerebro Mente y Cuerpo: Sanación del Trauma

Cuando escuchamos el término de mente y cuerpo, tal vez pensemos que son dos términos que no presentan una congruencia entre si, pero en la evolución del conocimiento y en la unión de estos dos términos, se puede dar a conocer y a entender el fenómeno que en este caso es el trauma, y la conexión constante que tenemos de nuestra mente y nuestro cuerpo, y cómo nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestros actos, presentan una congruencia entre sí, y que uno deriva al otro y al hacer consciente dicha influencia, podrá ayudarnos en el proceso de sanación del trauma.
Al hablar de lo mental, nos referimos a aquel aspecto a nivel cognitivo, es decir, aquello que percibimos de nuestro mundo, de nosotros mismos y de los otros. Se puede mencionar que es aquello que interpretamos de todas las situaciones que vivimos en nuestros días, pero dichas interpretaciones varían según cada persona, es por esto que luego del trauma, cada uno de nosotros realizamos interpretaciones diferentes, hagamos el ejercicio de recordar una situación específica sobre una discusión con alguien durante esta semana, e intenta pensar qué fue lo primero que pasó por tu mente o hagamos el ejercicio de esta situación: si te encuentras en tu casa a solas, es de noche y escuchas un ruido en la sala, ¿ qué es lo primero que se te pasa por la mente?, unas posibles respuestas serian: un fantasma, un ladrón, alguien se entró en la casa, algo se movió, entre otras respuestas.
Además de cómo pensamos, se encuentran las emociones, las cuales se encuentran asociadas a cómo interpretamos ciertas situaciones; esto quiere decir que si tengo un pensamiento negativo cómo: “soy una boba porque no hice nada”, lo congruente seria tener una emoción negativa como tristeza, enojo, etc; y lo cierto acá es que en nuestro día a día nos concentramos en cómo nos sentimos, pero en realidad no somos conscientes que primero va cómo interpretamos dicha situación para luego tener la emoción congruente a lo que se pensó.
Luego de lo que pensamos, de lo que sentimos, viene cómo actuamos y qué respuestas fisiológicas tenemos, para comprender dicha conexión lo explicare con un ejemplo: Si se encuentra el pensamiento de una situación como “es demasiado difícil, nunca lo podre superar”, es alguien que inmediatamente se sentirá mal y a nivel fisiológico puede sentir pesadez, nauseas, etc, y su conducta es evitar buscar una solución para trabajar el trauma. Lo contrario sucedería que si empezamos a evaluar que pensamientos estamos teniendo y de refutar si ese pensamiento es cierto, nos ayudara a modificar la emoción que tenemos, la respuesta fisiológica y la conducta que tenemos ante situaciones que nos recuerde el trauma. Recuerda que esta información nos permite reconocer a mayor profundidad aquello que nos está sucediendo actualmente, pero el proceso de sanación del trauma empieza por varias estrategias que puedes adquirir por medio de un proceso a nivel psicológico, por esto te sugerimos acudir donde un profesional.
Referencia:
Beck, J. (2000) Terapia cognitiva. Conceptos básicos y profundización, Barcelona, España.Editorial Gedisa.