Relación entre el Abuso Sexual Infantil y los Trastornos Alimenticios

Es peligrosamente común encontrar trastornos de la conducta alimentaria en jóvenes y adultos que sufrieron abuso sexual infantil, siendo este desenlace uno de los más peligrosos para las personas víctimas de este tipo de abuso.

Los trastornos de la conducta alimentaria no son la única consecuencia psicológica del Abuso Sexual Infantil (ASI) ya que este, está asociado a diverso malestar psicológico y/o psiquiátrico a medio y largo plazo, por lo que se puede considerar un factor de riesgo significativo para desarrollar una psicopatología.

Cuando un infante es abusado no se logra el desarrollo pleno de una relación saludable con su cuerpo y la autoestima sufre una fragmentación significativa al identificarse como un sujeto no valido y al depositar en su corporalidad toda aquella huella de dolor físico y emocional que produjo el abuso

Cuando en una edad más avanzada, adolescencia y juventud principalmente; la persona inicia el proceso de construcción de su personalidad, reaparece el trauma interfiriendo en el proceso de aceptación y adaptación a los cambios y nuevas formas de su cuerpo, que desencadenan, en muchas ocasiones, en conductas alimentarias nocivas como principal herramienta para modificar su apariencia física

También, en muchos otros casos, se instrumentaliza la comida como mecanismo para restablecer el control emocional; como fuente de placer, donde en un intento desesperado por recuperar el control del cuerpo y las propias decisiones, se llaga al consumo exacerbado e insano de alimentos, que pone en riego la estabilidad y salud física y mental

Factores como la presión social y los estereotipos de los medios de comunicación, son potencializadores de este tipo de trastornos, que, junto con una experiencia traumática previa, relacionada con el propio cuerpo, generan el caldo de cultivo perfecto para el desarrollo de cualquier tipo de psicopatología con sintomatología alimentaria

Es importante aclarar que este fenómeno no es exclusivo de aquellas personas que han sido víctima de abuso sexual en su infancia y de igual forma reconocer que no todo aquel niño abusado crece siendo un adulto con trastornos de alimentación, por lo que ante un caso de sintomatología alimentaria es fundamental acudir a un especialista e identificar las causas y tratamiento