¿Sabías que existen diferentes categorías para las violencias?
Las violencias sexuales pueden presentarse de diferentes maneras, incluso por su desconocimiento, hay personas que creen que solo son víctimas las personas que han sido ultrajadas en sus partes íntimas y esto no es necesario para ser víctima de una violencia sexual. Por eso, el día de hoy queremos compartir los diferentes tipos y promover su denuncia NO TE QUEDES CALLADO/A.
¿Qué es una violencia sexual?: Es una experiencia traumática relacionada a una actividad o insinuación sexual, donde no existe el consentimiento de 1 de las personas implicadas. Sus tipos son:
Acoso sexual: Se puede presentar por medio de llamadas, mensajes, chantajes, violencia psicológica o palabras verbales (piropos o insinuaciones de personas en la calle), que le hace una persona a otra sin el consentimiento; se puede convertir en hostigamiento.
Abuso sexual: Se presenta cuando hay una acción que obliga a una persona a realizar algo que ésta no quiere.
Agresión sexual: La más conocida es esta categoría, es cuando una persona accede al cuerpo de otra sin su consentimiento y emplea el uso de la violencia física para llegar al acto sexual.
Cada una de las violencias puede causar en las personas secuelas emocionales o psicológicas, que pueden ir empeorando a medida que no reciba la ayuda pertinente. Las victimas de violencias sexuales pasan por hechos traumáticos que las lleva a desencadenar alguna de la siguientes conductas o trastornos.
TEPT: El trastorno de estrés postraumático se presenta en la persona por medio de flashbacks, pesadillas, pensamientos invasivos durante la mayor parte del día, alteración en el estado de ánimo y la rutina cotidiana que llevaba anteriormente.
Culpa y Vergüenza: Las creencias morales de la persona la hacen llevar a pensar que es el/la culpable de la situación ocurrida. Cuando la victima es señalada se culpa a si misma por no haberse defendido y esto la hace sentir vergüenza de si misma.
Miedo: La victima puede verse incapacitada por el miedo para denunciar y hablar de lo ocurrido, por amenazas del agresor o rechazo de los demás al saber que es una víctima de violencia sexual. La sociedad hoy en día todavía estigmatiza la violencia sexual y hace que las víctimas se sientan rechazadas.
Sentimientos depresivos: Aparecen ánimos muy bajos que alteran el funcionamiento de las actividades cotidianas por recuerdos del trauma.
Aislamiento: Las personas tienden a aislarse por vergüenza, temor de salir, desconfianza.
Autolesiones: Los sentimientos que genera el trauma pueden llegar a ser tan insoportables para la víctima, que para buscar un alivio y calmar el daño emocional, acabar con ese sentimiento, puede llegar a autolesionarse y tener intentos de suicidio.
Drogas: El consumo de fármacos o sustancias psicoactivas es comúnmente usado por victimas de violencia sexual como medio de calmante, escapar de la realidad y apaciguar el dolor emocional.
Autoestima baja: La autoestima se puede ver afectada por daño del autoconcepto, la persona se empieza a percibir de manera diferente en la vida, se desvaloriza como persona, se siente dañada, rechazada, mal, inservible, humillada; también su autoimagen cambia y se vuelva en un rechazo hacia su cuerpo, que puede llegar a producirle asco. El autocuidado baja y ya no le importa arreglarse, bañarse, pararse de cama, comer, cepillarse. Todo esto afecta sus áreas escolares, laborales, sociales, la capacidad que tenía antes de vincularse con otro.
Fuente: Lidia García Asensi, psicóloga enfocada en gestión de conflictos inconscientes.
Carolina Vargas Marín psicóloga de la Fundación Paula Cristina, prevención al abuso infantil.
